28 de agosto de 2014

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Hay caminos del laberinto que es mejor no recorrer, preferentemente cuando estas casi llegando al final del recorrido. Un aborto de la naturaleza fue esta oportunidad en la que con cada paso que di fui creando un torrente de ilusiones al costo de aquellas destruidas. Y cada paso que di con fuerza estuvo hecho para romper eso que tuvo cara de sentimiento verdadero. Cada escalón de metro y medio, ya con los músculos desgarrados, sin interesar las moléculas de oxígeno que se necesité y no hubo, no importó. No importó la sensación de los pulmones de estar muriendo y respirar agua. No importó la sensación de mirar para arriba y no ver más que un golpe y oscuridad. La cima esta cada vez más cerca. La gloria explota en mil pedazos y rellena de burbujas las heridas. La vida se asomó como la luz al final del túnel. De los caminos a no recorrer a los caminos recorridos con saltos y fresias en la mano. De los caminos a no recorrer a tener todo un mapa de razones que no puedo morir sin caminar. 

16 de abril de 2014

Pensé que no nos ibamos a rozar más los dedos. Si te tengo que ser sincera, sos de las pocas cosas que más amo en la vida. Porque sos vos, sos mio, sos único. Es la textura, no importa donde sea. Compartís mi soledad, sentado al lado mío. Estando conmigo, aunque no te materialice. Estás en mi cabeza, te formas en frases y párrafos, en poesías y cuentos. Sin vos, no sé qué haría. Cada dedo en una tecla, tarde o temprano, con más o menos tiempo, simplemente fabricando el espacio. Para esto no hay sueño, no hay cansancio. Es la emoción de volver a tocarte, de estar acá volviendo a hacer vivir con cada letra un pedazo mío, con cada interferencia una manifestación inconsciente. Acá estoy, refugiándome de este mundo que no entiendo, que no incorporo. Acá estoy de nuevo, dejando llorar a un par de ojos. Porque las cosas duelen, a su manera, unas más y otras menos. Me duele no entender y que no me de igual. Cuando las cosas no son como uno quiere o le gustaría que fueran, la gente no lucha. La gente se resigna. Y yo no me quiero resignar a que no estén aquellos que quiero que estén. No me quiero resignar a que no exista otra cara por la que observar el lugar. Y no me quiero resignar a que no importe. Porque si no tiene importancia, ¿Qué sentido tiene la vida? ¿Qué importancia tiene la vida si no hay a quién escribirle? Se trata de compartir, no es más que eso. De disfrutarlo. Compartir es hermoso, y si el escritor no escribe para ser leído, ¿para qué escribir? Y no se trata de esa clase de importancia, no se trata de rellenarse el pecho de egocentrismo. No se trata de ver cuánto lo necesitan a uno. Se trata de la importancia de sonreír. Pudiendo transmitir felicidad, ¿para qué esconderse con arrogancias? Se trata de compartir y ser feliz. 

Quizás no es lo mejor, quizás no entienda muy bien qué hay acá... Pero qué haría yo sin esa parte de mí que no está acá, sino que está allí donde ni siquiera sabe él que está porque el viento le oculta el humo que sale y revela eso que está allí donde ni siquiera sabe él que está y aloja esa parte de mí que allí está en un tren que se ha ido sin mirar atrás. O quizás en un balcón de Barcelona que le hace de persiana a un par de medias rayadas. Quién sabe. Para mi no daba igual porque me hizo sonreír.







22 de enero de 2014









"Robert: But now that you have it..."
"Francesca: I want to keep it forever. I want to love you the way I do now the rest of my life. Don't you understand... we'll lose it if we leave. I can't make an entire life disappear to start a new one. All I can do is try to hold onto to both. Help me. Help me not lose loving you."









"The Bridges of Madison County"