VEINTICUATRO
Los pantalones nunca me cerraron bien cuando era chica, siempre me costó ganarle al jean.
De grande no cierra nada, y yo le dije: "Imaginate que se dividió en mil pedazos y que entró como palitos de brochette, con las puntas llenas de tinta, y que adentro esa tinta se desparramó. Los palitos con el tiempo los pude sacar, pero, ¿cómo saco la tinta? La tinta removió un montón de aspectos internos, mantuvo muchos y cambió otros tantos. Todavía quedan muchas ramificaciones por camuflar con el color piel."
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