Realmente tengo ganas de tener ese cuarto al que pueda entrar a romper todas las estanterías de vidrio que están como parte de la fantasía, junto con los espejos y los platos. También el bate, un par de televisores que arruinar, un arma y muchas personas a quienes matar alineados como patos de feria. Me encantaría tener un cuarto que sea abdolutamente destruíble solamente para descargar toda la furia que me da vivir bajo ciertas circunstancias irritantes, un cuarto donde se puedan escribir con sangre en las paredes y escupir la superficie de cien portarretratos. Me encantaría poder tener ese cuarto para poder gritar tu nombre la cantidad de veces que se me ocurra, mientras aprieto el gatillo, quiebro mi reflejo y arruino pilas interminables de platos que nunca van a ser vajilla de una mesa familiar.
29 de agosto de 2011
26 de agosto de 2011
23 de agosto de 2011
AVE
Da miedo a veces caminar sin parar,
estoy intentando ser fuerte, estoy intentando volar,
y justo en el momento en el que me siento quebrar,
tu mano está ahí para que la pueda agarrar.
Mirar para atrás hace a tus pupilas perder el brillo, quitarte el sueño, sentirte mal.
20 de agosto de 2011
18 de agosto de 2011
16 de agosto de 2011
¿Y ahora?
15 de agosto de 2011
Desde arriba se la ve, sola en un cuarto casi oscuro, que en una esquina llora y tiñe de rojo un haz de luz.
13 de agosto de 2011
11 de agosto de 2011
Tengo esa tristeza grande en la que no hay nada para decir, solamente recostarse y esperar a que llegue un abrazo.
Tengo esa tristeza grande que se siente cuando te sentís solo.
No quiero ir a dormir pero tampoco seguir despierta.
No quiero morir pero tampoco seguir respirando.
Devoro libros como adicta y creo castillos diurnos a base de melancolía.
8 de agosto de 2011
5 de agosto de 2011
4 de agosto de 2011
Sin luz pero con una poqui de Cortázar.
" Hasta que sólo quedó una estrella por limpiar. Antes de emitir la orden final, el directorio de la Sociedad subió en pleno a las terrazas del rascacielos -denominación justísima- y contempló su obra con orgullo. Todos los hombres de la Tierra comulgaban en ese instante solemne. Cada estrella era un sol de indescriptible luminosidad. Ya no se hacían preguntas como en los viejos tiempos: "Te parece que es anaranjada, rojiza o amarilla?" Ahora los colores se manifestaban en toda su pureza, las estrellas dobles alternaban sus rayos en matices únicos, y tanto la Luna como el Sol aparecían confundidos en la muchedumbre de estrellas, invisibles, derrotados, deshechos por la triunfal tarea de los limpiadores. Y sólo quedaba un astro por limpiar. Era Nausicaa, una estrella que muy pocos sabios conocían, perdida allá en su falsa vigésima magnitud. Cuando la brigada cumpliera su labor, el cielo estaría absolutamente limpio. La Sociedad habría triunfado. La Sociedad descendería a los recintos del tiempo, segura de la inmoralidad. La orden fue emitida. Desde sus telescopios, los directores y los pueblos contemplaban con emoción la estrella casi invisible. Un instante, y también ella se agregaría al concierto luminoso de sus compañeras. Y el cielo sería perfecto, para siempre..."
Los limpiadores de estrellas, Julio Cortázar.
2 de agosto de 2011
Que te caiga aceite hirviendo en los ojos, que te arranquen uno a uno los dientes, que te rasuren las pestañas con un vidrio roto y que te ahorquen el corazón con tus propias venas. Que el aire sea un torrente de clavos oxidados, que el agua sea ácido sulfúrico, que lo único que escuches sean gritos de hombres torturados, que tu libertad sea un billete de lotería y lo que se elijan sean letras y no números, que dormir sea un vacío y que sólo se escuche el latir de la hinchada vena de tu frente por estar colgado cabeza para abajo. Que tus únicos baños sean escupitajos de mujeres con leucemia, que tu vida sea un abanico de cuchillos que lancen un millón de psicópatas.
Ojalá tu muerte sea en realidad tu renacer.
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