29 de agosto de 2011

El cuartito


Realmente tengo ganas de tener ese cuarto al que pueda entrar a romper todas las estanterías de vidrio que están como parte de la fantasía, junto con los espejos y los platos. También el bate, un par de televisores que arruinar, un arma y muchas personas a quienes matar alineados como patos de feria. Me encantaría tener un cuarto que sea abdolutamente destruíble solamente para descargar toda la furia que me da vivir bajo ciertas circunstancias irritantes, un cuarto donde se puedan escribir con sangre en las paredes y escupir la superficie de cien portarretratos. Me encantaría poder tener ese cuarto para poder gritar tu nombre la cantidad de veces que se me ocurra, mientras aprieto el gatillo, quiebro mi reflejo y arruino pilas interminables de platos que nunca van a ser vajilla de una mesa familiar.

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